Coquelicot, la amapola silvestre

En esta época primaveral, los campos de La Provence, los costados de las rutas, los campings y los jardines de las casas están llenos de coquelicots rojas como las cerezas de una torta.

Así se llaman en francés a las amapolas silvestres, de flores frágiles y bellas como un papel japonés. O como la música de Juana Molina.

Lucen poéticas y sensuales con el viento despeinándoles esos cuatro pétalos locos.

Algo de eso habrá visto Kenzo, cuando las eligió para lanzar su perfume Flower, que seguramente tiene notas florales.

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