El cadete de Huanchaco

El resplandor de este amanecer en Huanchaco es tal que a pesar de que estamos a orillas del mar, lo inmenso es la luz.

Ni el militar ni yo usamos anteojos negros, por eso achinamos los ojos para poder mirarnos. Ponemos, incluso, la mano extendida sobre la frente. Como los que gritaban Tierra a la vista. Pero enfrente no hay tierra sino océano: el Pacífico.

El militar es un cadete de pantalones camuflados y borcegos con pasado turbulento. Hace el servicio militar en Huanchaco, la zona costera de la ciudad de Trujillo, norte de Perú. Dieciocho años, diecinueve como mucho.

Durante un rato prestamos atención a los caballitos de totora, esos barcos de junco que se usan para pescar. Se acercan los pescadores con pasamontañas y las redes llenas de lorna y chita. El cadete está solo, las manos en los bolsillos, un cierto aire resignado. Después de un rato, hablamos.

Me cuenta que está haciendo el servicio militar en Huanchaco. Aprendió a manejar armas, detonar granadas, desarmar minas, y se graduó en maltrato. Le enseñaron a pasar hambre y a permanecer despierto por varios días; lo hicieron sentir una basura. En seis meses vuelve a la casa. Otros compañeros, muchos, decidieron a pesar de todo, quedarse y seguir la carrera militar. Él, no.

– ¿De dónde sos?
– De la selva, de Pucallpa.
– Qué paisaje diferente, ¿no? Acá no hay vegetación, esto es un desierto.
– Sí, además aquí hay mar. Y el mar va y viene. En cambio allá hay ríos. El río corre, siempre sigue, nunca vuelve.

Desde hace un tiempo, su puesto en el cuartel es cuidar un motor de agua. Los lunes tiene el día libre y suele bajar a la playa. Mira el mar, como si le fuera a traer algo. A su mamá, quizás, que no la ve hace casi dos años. O una porción de su Amazonas. El cadete no habla mucho. Pronto vuelve a sus sueños de selva y de Patria, que posiblemente no tengan nada que ver con el himno peruano. Me saluda y gira el cuerpo hacia el mar. Su vista se pierde en la espuma de las olas.

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4 respuestas a El cadete de Huanchaco

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  2. armando dijo:

    Siempre es lindo, tè en mano, viajar con vos donde decidas llevarnos =). Tus ojos y tu corazòn tienen una conecciòn integalàctica ( como querìa Eduardo para que su señora pudiera ver la quebrada con los suyos) con nuestra alma.
    Adonde vamos ahora..?? =)

  3. Laura dijo:

    Excelente post sobre Perú! Me encanta la crónica.
    Estoy buscando info porque intuyo que me gané un viaje en http://facebook.com/lancomico, así que prefiero anticiparme y tener toda la info que necesito!
    Saludos

  4. J’ai appris des choses interessantes grace a vous, et vous m’avez aide a resoudre un probleme, merci.

    – Daniel

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