Tengo un amigo mexicano que tiene una tía antigua que se llama Julieta. Una tía antigua quiere decir: que es vieja (92 años), que es elegante y que vive pegada a un México que ya no existe. Quizás por eso, la tía Julieta viaja tanto.
Hace un tiempo, incluso, hizo un pacto con el mismísimo Dios. Según me contó mi amigo, el trato de la tía Julieta con Dios es más o menos así: ella pide que el señor no sea malito, que le de vida para su viaje. Entonces, se sube a un barco, un avión o un tren. Como dice que diosito la escucha, si está en constante paseo no muere. Y así la tía Julieta vive y vive, viaja y viaja.