Mejor en subway

El metro de Nueva York se inauguró en 1904. En aquella época, el viaje costaba cinco centavos. Hoy sale dos dólares. Por eso, lo mejor es comprar una tarjeta que sirve para el subway y para la red de buses. La Metrocard por una semana, cuesta 25 dólares y por dos, 48.

 

El subway tiene 26 líneas, 468 estaciones y es usado por más de cinco millones de pasajeros por día. Es la mejor forma de manejarse en la Gran Manzana. Los trenes pasan muy seguido y el servicio funciona las 24 horas. Por la noche, tarde, hay menos gente, los trenes tardan más en venir y aunque quizás parece, no es peligroso.

 

Es imprescindible conseguir un buen mapa y estudiarlo para no perder más tiempo del necesario (en Nueva York siempre falta tiempo) en trenes que no se detienen en la estación que buscamos porque son expresos, como el 4 y 5 de la línea verde, o porque se bifurcan, como la línea roja cuando llega a Haarlem.

 

Lo bueno de perderse es que siempre (o casi) hay alguien dispuesto ayudar al desorientado y eso lleva, seguro, a una conversación. Como la que tuve con José, un puertorriqueño que vive en Nueva York hace 40 años y, como me dijo, conoce estos pasillos más que el living de su casa. José se bajó del tren y subió tres escaleras, que después tendría que bajar, sólo para indicarme cuál era el tren y el lado correcto del andén.

 

También en el subway conocí a «cara de aguacate», otra puertorriqueña que tenía el cuerpo con forma de huevo y la cara pintada con el cuidado de una actriz. Cejas depiladas perfectas, pestañas enruladas y tiesas de rimmel, labios rosa nacarado. El pelo corto y con parafina, como los surfers. Cara de aguacate era vigilante del metro, llevaba un uniforme azul y aparatoso, parecido al que usan los policías. A los que veía con el mapa en la mano les preguntaba adónde iban y de dónde eran. Así, nos pusimos a hablar y me contó que fue conductora del tren durante veinte años. Ahora lo dejó por problemas respiratorios, me dijo que tenía el pecho lleno de partículas metálicas microscópicas. Sigue abajo, respirando luz de tubo y sin ver el sol. Pero ya no conduce ni anda por los túneles oscuros.

 

Me contó que era puertorriqueña y que no tenía problemas en decirlo. «No soy como esos compatriotas que se hacen los gringos y esconden su nacionalidad. «Además, ¿cómo tu crees que podría yo hacer eso con esta cara de aguacate que tengo?«, me dijo y nos reímos las dos ¡porque era cierto! En el próximo cuadro ya estoy adentro del tren y nos saludamos por la ventanilla, todavía riéndonos, hasta que se mete en un túnel.  

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3 respuestas a Mejor en subway

  1. Sencillamente ESPECTACULAR como nos describís a cara de aguacate, estoy viéndola yo también.
    Genia total.

  2. Qué bueno que te gustó Ale, ¡gracias! Te espero el miércoles. Beso. Carolina

  3. Sabéis la curiosidad de que el metro de Barcelona está basado en el de NY (va por la dcha.) y el de Madrid en el de Londres (va por la izda.)? Un saludo.

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