Cuando pienso en el viaje, me imagino el viaje de vacaciones de verano, el viaje de luna de miel, el primer viaje, el viaje de aniversario, el viaje de los 15 y el crucero de reconciliación. El viaje exótico, el viaje de solos y solas, la semana de esquí, el viaje de divorcio, el viaje de San Valentín y el viaje de embarazados a Miami para comprar ropa de bebe.
El viaje como medicina. Hace tiempo que Tómese unas vacaciones forma parte del discurso de un médico clínico. El viaje a Europa. El viaje a Nueva York. El viaje de aposentados, la escapada de fin de semana, el viaje con niños, el viaje sin niños, el viaje de aventuras y el viaje religioso. El viaje en carpa y el viaje en hotel cinco estrellas. El viaje cultural y el viaje a Disney.
El viaje para tirarse debajo de una palmera y no hacer nada y el viaje de trekking. El viaje con mascota, el viaje para encontrarle sentido a la vida y el eco-viaje. El viaje de trabajo y el viaje para trabajar. El viaje espacial, el viaje al all inclusive y el viaje gastronómico. El viaje de buceo, el viaje en busca de las raíces y el viaje de compras en NYC siguiendo las huellas de Carry Bradshaw.
El viaje con mochila y el viaje con maleta Louis Vuitton. El safari y el viaje a un spa. El viaje gay y el viaje straight. El viaje de rehabilitación, como habrán escuchado que está haciendo Charlie Sheen alrededor del mundo. Y el viaje para sacar fotos. Cuando hablo del viaje pienso en algo popular, que atrae a un público diverso. Como la Coca Cola.