De Buenos Aires a la Patagonia, en auto

pampahumeda.JPG

Buenos Aires-San Martín de los Andes, en un Gol. Tenía poco tiempo así que no hice demasiadas paradas para conocer los alrededores. Fueron dos días de ruta, de atravesar paisajes y ver cómo en un momento llega la Patagonia, con sus extensiones inmensas y vacías.

De Buenos Aires a San Martín de los Andes hay 1600 kilómetros de una ruta angosta, como todas las rutas argentinas. Hay momentos de campos llenos de vacas, rectas infinitas sin estaciones de servicio y curvas de montaña en donde para pasar un camión hay que esperar un buen rato.

Creo que el viaje se podría dividir en cuatro momentos (la división es caprichosa y tiene que ver con el paisaje).

1) Buenos Aires a Doblas. De Buenos Aires a Cañuelas, por autopista, una de las pocas que existen en el país, uno de los que tiene más muertes por accidentes en la ruta. Después, 205 hacia el Sur. Como es un día de semana, la ruta está liviana. Pasamos algunos camiones de hacienda que van a Liniers, autos cargados que vuelven de vacaciones y no mucho más. A medida que avanzamos hacia el interior de la provincia de Buenos Aires, aparecen campos verdes de maíz que está escudodelapampa1.jpgcreciendo bien, hectáreas de girasol amarillo como en los cuadros de Van Gogh y vacas. En el país de la carne, hay cincuenta millones de vacas que no están en establos ni en feed lots todas apretujadas. Si bien en todos los casos suelen terminar en el matadero, aquí tienen una vida despreocupada en el medio del campo, pastando prados de alfalfa o rollos de avena. Por eso se las ve en el camino. Llegando a Carhué, donde hay termas y por estos días, también recitales, la ruta se ondula suavemente. Pasando Macachín, ya en la provincia de La Pampa y en la RP 18, aparecen los montes de caldenes y se quedan hasta que comienza en desierto.

Los caldenes de La Pampa son centenarios, y si bien durante un tiempo se talaban para usar la madera como combustible, hace rato que están protegidos y hasta figuran en el escudo de la provincia (foto). Muchas veces están solos, como árboles únicos. El camino por esta parte se avanza despacio: el camino tiene colinas que tuercen la ruta.

Música consumida en el trayecto: Radio Continental AM 590, Music (Madonna), Aterciopelados, Sumo.

findeldesierto.JPG2) Gral. Acha a 25 de Mayo. Este tramo -rutas 152, 143, 20- es perfecto para el atardecer. La ruta suele estar semivacía, igual que el paisaje. En general no llueve y el atardecer trae luces de película. No hay estaciones de servicio ni bares de ruta ni gente. Cada tanto, en las amplias banquinas pampeanas, hay un esqueleto de auto blanco, totalmente destruido por un choque. Está exhibido en la altura, oxidado por el tiempo y baleado por cazadores.

p1110742.JPGLos que tengan tiempo, una buena parada: la Pulpería de Chacharramendi, donde se podrán enterar de la historia de un famoso bandido rural, el pistolero Juan Bautista Bairoletto.

Música: Bryan Ferry, Cabo Verde (Cesarea Evora)

3) Neuquén a Zapala. Poco a poco, en la ruta 151, al desierto le llega agua. El agua de riego que más adelante logra valles verdes, de altas cortinas de álamos, campos de duraznos, vides. En este tramo empiezan las curvas que seguirán hasta el final del viaje.
En este tramo también empieza el petróleo, los pozos, los pueblos que viven de él. Catriel, pasando 25 Mayo, es un pueblo petrolero. Y Neuquén, una capital petrolera, con sueldos altos, hoteles caros y gente que se va desde otras partes del país, a hacerse la Patagonia. En una estación de servicio hablé con unos camioneros que se habían venido de Buenos Aires porque acá ganan tres veces más. Desde Neuquén se puede seguir por la 22 o por la 7,  una buena opción -aunque algo más larga- porque atraviesa la zona de San Patricio del Chañar, con las nuevas bodegas donde se produce vino con el sello de Patagonia. Todas se pueden visitar y tienen buenos restaurantes. Sigue la 22 y sigue otro desierto, con subidas y bajadas por cerros bajos. A los lados, apenas hay vegetación achaparrada y amarilla.

Música consumida: el viento que entró por las ventanillas abiertas.

llegandoasanmartin.JPG4) Zapala a San Martín de los Andes. Aquí aparece la mítica RN 40, la ruta con más prensa del país, que llega desde Las Lajas. En este tramo la 40 sube y baja y está llena de curvas. Se hace difícil pasar a los camiones largos que llevan petróleo que acá para allá.

También aparecen nuevamente, después del desierto, los valles de álamos verdes, las vistas largas y quebradas, los ríos, como el Chimehuín, que se ve en la foto. Y hay que estar atento porque en un momento, a mano derecha lejos pero contundente se ve la silueta perfecta del volcán Lanín. El final del camino está lleno de flores a los lados de la ruta y construcciones de piedra y madera y turistas que circulan entre Junín y San Martín para hacer sus excursiones (cabalgatas, raftings, trekkings). El final llegó con imágenes de la temporada alta.

Ni bien uno pisa San Martín en esta época también deberá pisar el freno y avanzar casi a paso de hombre porque la ocupación está al cien por ciento y los turistas pasan y cruzan y son los reyes de la ciudad, que hoy cumple 110 años.

Esta entrada fue publicada en Argentina, Check in, Destinos, Herramientas, Imperdibles, Paisajes, Patagonia, Recomendados, Sala de espera. Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a De Buenos Aires a la Patagonia, en auto

  1. Claudio Carpio dijo:

    Vivimos casi 8 años en Neuquén (en realidad, en Plaza Huincul donde trabajaba en la refinería de YPF ahora de REPSOL mañana de Eskenazi amigo de los Kirchner) – de manera que los trayectos 3) y 4) los conozco de memoria. Y nunca cansaban. Lo hice la primera vez en 1977 en un Citroen 3CV modelo 74. Con viento en contra hacía 10 km/hora…

    Ah, los camiones «largos» con acoplado cilíndrico llevan GLP (gas licuado de petróleo), no petróleo.

  2. Maxi dijo:

    Carolina muy bueno encontre tu publicación ce casualida, viendo la nota de la pareja que viajo con biodiesel de Mexico a la patagonia, La verdad que es un lugar d e ensueño, PD: a la ida es mucho mejor agarrar por la ruta 5. Abrazzo El Pajaro

Deja una respuesta